martes, 26 de noviembre de 2013

Yes he can

A poco más de un mes de conocer el galardonado del balón de oro, el madridismo se levanta en armas contra el resto del mundo peleando por lo que puede ser su único título del año.

Que las bases y los objetivos para designar al favorito no están claras es de sobra conocido. Antes de fusionarse con el premio Fifa World Player –donde votaban jugadores y entrenadores- los corresponsales de France Football designaban al ganador de una forma no extremadamente precisa. Partiendo de estas bases podría decirse que el balón de oro es un premio injusto, algo que, parece alejarse un tanto de la realidad. Que los cuatro últimos años se los haya llevado Messi no le extraña a nadie, por más que medio país en donde nadie se decidía entre Xavi o Iniesta lo viese injusto, para el resto del planeta fue el premio más democrático posible. Bien es cierto que, aislando los votos de los corresponsales el premio hubiera recaído en Wesley Sjneider, lo que nos sugiere que sí existen unos parámetros que condicionen el nombramiento del jugador aunque estén implícitos, como pueden ser los títulos. Por lo que descartaríamos, siendo razonables, a un jugador que no obtuviera ninguno tanto a nivel individual como colectivo.

Sentadas las bases, que no hacen sino medrar en el espíritu del madridismo –y el Madrid- se antoja extraña esa ferviente corriente generada desde el propio club a través de los medios de información exigiendo el premio para su jugador franquicia. Como si la lesión de Messi hubiera servido de acicate para tan costosa empresa. Que el argentino ganase prácticamente sólo la Liga soportando el peso de un equipo en decadencia, con un entrenador en el hospital –literalmente- y la mayoría de sus compañeros en paradero desconocido; o que ganase prácticamente sólo las eliminatorias del Milan –con remontada histórica- y Paris –lesionado más de tres cuartas partes de la eliminatoria- no importasen nada. Pretendiendo asimismo que el triplete conseguido por Ribery, arrasando en Europa y con vistas de conseguir el mundial de clubes, sea un hecho menor.

Parece ser que, el vídeo en el que el presidente de la Fifa daba una opinión, más o menos cómica u acertada, más o menos siendo también Presidente de Honor del club ultrajado en cuestión, es un hecho más que fehaciente para el Madrid de que el club vive bajo el subyugo de una conspiración judeomasónica mundial que lucha en contra de sus intereses. Conspiración que, con el mayor descaro posible, vimos todos cuando la Fifa decidió retrasar (con la posibilidad de cambio de voto) el periodo de votación de candidatos. Pucherazos aparte, lo que importa es que, el año en que ni el club ni el jugador ganaron nada y perdieron en el primer tramo de temporada contra sus dos rivales directos –donde al candidato en cuestión ni se le vio- hay que darle el premio al chico porque marcó más goles que nadie en un mes y marcó un hat trick en una repesca para el mundial contra Suecia. 

Cristiano en su faceta más humana

Mañana en el Bernabéu tendrá lugar la penúltima reivindicación en favor de la justicia y la paz mundial. 45000 aficionados llevarán caretas del jugador que habla siempre en el campo, es fácil cuando los medios de comunicación de un país entero hablan por ti incluso cuando los de la COPE te obligan y chantajean para sentarte a hablar con niños enternecedores para que veamos que, aunque en el campo es implacable, el hombre también tiene su corazoncito. 

PD Informaciones sesgadas. No hay campaña.




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