domingo, 13 de septiembre de 2015

Dios en la Tierra


Atlético 1-2 Barcelona. Liga, jornada 3

Comenzó el partido con el ambiente enrarecido. Dios en la Tierra, recientemente padre por segunda vez, no encontraba acomodo en los gélidos banquillos del Calderón, cuna de algunos asesinos y muchos haters de Da Silva. Con esto, el Barcelona templó a un descafeinado Atlético a lomos de un tierno Fracasinho y un Iniesta que nunca se cansó de bailar con los rivales. El perro Suárez, mohíno y cariacontecido, estampó una facilidad en el travesaño para disgusto de Luis Enrique, que no terminaba de ver las piezas encajarse del todo. Vermineitor cayó lesionado y nos entristecimos porque es nuestro hombre. Amén de que Ma Ma Ma Maaascherano no parece estar para muchos trotes después del disgusto de la Copa América. Y esto fue lo más remarcable de una anodina primera mitad. Tras el descanso, el Barcelona entró al campo más perdido que Sherman McCoy callejeando descapotado por las avenidas del South Bronx y el paquete de Torres le pusó unas buenas banderillas a un Ter Stanton que no vive su mejor momento. Pero Da Silva, que crece como futbolista –si es que no está crecido ya- a base de castigar a un Atlético que encuentra en el 10 de la canarinha a su némesis, decidió que el portero, por muy largo que fuese, no iba a llegar al ángulo donde sólo la ponen los mejores. Tras esto llegó el momento en el que Luis Enrique decidió hacer lo que mejor sabe hacer, que es decirle a Dios en la Tierra que haga lo que crea conveniente. A los Atléticos les entró el cagazo y todos disfrutamos de una exhibición con la que satisfacer nuestros refinados gustos futbolísticos. Dios en la Tierra se movió por donde quiso, dijo esta boca es mía y se convirtió en el amo y señor de la noche. Pintó a los colchoneros como niños y se guardó la pelota como si fuera un regalo para su hijo. Ni una vez se la sacaron. En estas, la única pared medio decente que le devolvió el perro acabó con una deliciosa picadita con el exterior que el Diè envió al fondo de las mallas para poder dedicarle el gesto a su bebé. Acabó el partido con la resignación local y todos nos fuimos a casa felices y con la sensación de que podremos tener problemas de todos los colores que poco importarán mientras este marciano siga estando con nosotros.

XI: Ter Stanton; Sergi Roberto Lateral, Mascherano, Vermineitor (Matthie), Alba; Busi, Rakitico (D10S), Casper; el Alcántara regulero, Perro, Da Silva hecho hombre.
Goles: Da Silva, D10S
Puntajes: Ter Stanton 4; Sergi Roberto 10, Mascherano 3, Vermineitor 8, Alba 4; Busi 10, Rakitico 6, Casper 7; Alcántara regulero 8, Perro 4, Da Silva 8, Dios en la Tierra 1000000 

jueves, 10 de septiembre de 2015

Dales, Pokerstars


Existen personas que no quieren mezclar fútbol y política pero ni quieren oír hablar del hecho de cambiarle el nombre a una competición nacional y están también quienes aducen que los deportistas tengan opinión personal siempre y cuando no contradiga la suya propia. A estos cuñaos de manual no les molestó nunca que el paquete de Fábregas pasease una señera tras ganar una Supercopa en la que, como acostumbran, en otro alarde de deportividad no se quedó el Madrid a ver como la levantó el eterno rival. Con Piqué, sabido su apoyo a la consulta soberanista pero sin que él mismo aclarase su posición ideológica respecto a la misma, tampoco nadie se molestó hasta que se burló con gracia y sorna del Madrid. Ah, amigo. Para más inri, el jugador ,que siempre lo dio todo por la selección, ha de ver su imagen maltratada tanto por medios afines al equipo que no lo puede ni ver como por compañeros de selección militantes –o ex militantes- del mencionado equipo que para colmo rozan el retraso mental. Jugadores por cierto que tomaron el club como cortijo propio y a los que sólo les faltó orinarse literalmente en un escudo maltratado por ellos y sus entornos más cercanos. Pero al aficionado random parece no importarle tanto las tropelías que perpetró el portero más amargo de la historia del fútbol español ni el chantaje épico al que Canelita sometió al club durante todo un verano para ganarse una renovación mayúscula tras uno de sus peores años como jugador –y no han sido pocos-. Y es que bien harían los madridistas en rasgarse las vestiduras y no tomar como propia una selección donde siempre predomina la clase barcelonista. Ya saben ellos sobre qué jugadores y estilo de juego se cimentó el equipo que levantó el único mundial que disfrutaron. Dicho esto, no sería de extrañar que el que ha vuelto a ser el mejor central del mundo se plantee si merece la pena soportar estas necedades y quedarse en un combinado con poco presente y parece que menos futuro donde recibe cobardes críticas tanto de prensa como de compañeros una vez acabadas las concentraciones, o centrarse en el club de su vida. Como poco, no les vendría mal una corrección educada que les ponga en su sitio del compañero que, por muchas bromas que haga, tiene más cabeza y sentido común que ellos dos juntos -lo que tampoco es que sea meritorio-. Pero por lo pronto, no parece probable que el aficionado medio sepa discernir entre lo que es la Selección y el Real Madrid, cosa que no es de extrañar viendo los resultados que últimamente cosechan ambos.

PD Siempre es catártico delegar responsabilidades y buscar excusas nimias, pero correr un tupido velo sobre el partido de la selección en el Bernabéu y dejar que los medios justifiquen el cambio de sede con el tema Piqué engañará a pocos. No pasa nada por asumir que la selección pierde caché a borbotones y no llena tres cuartos de entrada ni en campos de tercera categoría. 
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