Barcelona 3-0 L’Elx. Liga, 1.
Aplaudíamos
con las orejas tras conocer la suplencia de pokerstars y Bartra cara de niña
mientras nos deleitábamos con el exordio de una alineación que nos gustó mucho.
La casilla de salida del caminito del sextete comenzó con Mascherano sacando a
patadas a un gato negro. Bartomeu reía, con esa risa de subnormal que le
caracteriza, desconociendo que el próximo será él
mientras el Elefant Blau de Laporta le saca a trompazos del palco. Tarambana Martino, el enemigo de la
meritocracia y amigo de las vacas sagradas, se encontraba cazando ballenas
en la Patagonia preparándose para que Messi no vuelva a tocar un balón cuando
vista de albiceleste. Porque los grondonitas de la AFA lo escogieron a él y por
el momento no veremos a Leo bajo las órdenes de Ramón Díaz, que es lo que
apetece. Luis Enrique dejó en el banquillo a soporífero Pedro dando entrada a
Munir, el canterano que ha enviado a Deulofeo a Sevilla. Empezarón a
bailar las piezas y los más puristas vieron en 47 segundos cristalizarse la teoría
de las habas del rosellista de Rexach y volvimos a disfrutar con el partido
tipo de los 18 equipos de la liga que nos sirven de sparrings para prepararnos
el duelo contra los de Simeone. Con la diferencia de que con los dos últimos entrenadores todo era más sombrío y contábamos con la certeza de que en abril iríamos derechos
al matadero. El Barsa de Lucho, sin embargo, supura un tufo a sextete que
impregnó todo el Estadi y nos regaló un juego vistoso que solo ensombreció la
salida del mustio Pedro y algún plano del paquete de Fracasinho. Con el canario
todo fue más mundano y triste pero con las cabalgadas de un Messi que nunca se
fue y un recital de Rakitico que ha venido para quedarse l’Elx cayó con la mayor
dignidad que pudo e hizo lo que había venido a hacer: morir. La noche puso a
todos en su sitio. A los idiotas del “a Messi hay que venderlo”, los de “los de
arriba no defienden” e incluso los personajes que van por la vida diciendo que
Messi esclaviza a los canteranos y los hacer llorar como los niños de González
Pons. Todos se fueron por la misma salida trasera que los rosellistas tras oir las
declaraciones de Nobita. El idiota de “la Masía no es toca” pasó a reconocer
errores administrativos y decir literalmente "es lo que queríamos" en referencia a la sanción de la FIFA -subnormal-. En el campo, sin embargo, volvimos a tener la sensación de
conjuntar un equipo que le mete 8 al Almería y 5 al Madrid y muy mal se tiene que
dar la cosa para que no paremos de levantar títulos porque tenemos entrenador y
equipo. Y si el año pasado sin entrenador, una pandilla de vagos y un Messi aburrido nos faltó un pelo para todo imagínate éste que no nos falta nada, macho. El Barsa de Lucho, vuelve la ilusión.
XI: Bravo,
Alves, Mascherano, Matthieu, Alba; Busquets, Rakitic, Iniesta; Rafinha (Bartra),
Munir (Pedro).
Goles: Messi,
Munir, Messi.