lunes, 24 de febrero de 2014

Pelotudo eres tú


Real Sociedad 3-1 Barcelona (Liga, 25)

Martino apuntilló el esperpento del sábado con una expulsión tras llamarle pelotudo a no sé quién. Tras una discutible victoria en Manchester, donde el demérito de Pellegrini regaló la eliminatoria a un soso Barcelona, decidió que Anotea era el escenario perfecto para rotar a medio equipo. Un equipo perdido y a la deriva donde, medio año después de la llegada del rosarino nadie sabe a qué juega, no sabe leer los partidos y no busca soluciones en cuanto se le complica uno. Tras un año acobardado a la hora de sentar a las vacas sagradas, la eufória tras la victoria en Europa le condujo a un acto tan imprudente como temerario. La guinda del pastel, no rotar al único jugador que se lo merecía: Piqué. El protegido de la prensa y la directiva, con un poder político y extradeportivo enorme que Guardiola anticipó y atajó en su momento relegándole a la suplencia, cuajó un partido lamentable de los que nos tiene acostumbrados. Los mamporreros de la prensa, con “el pelícano” a la cabeza (el más ruín, despreciable y servil amigo del establishment actual), apuntan a Song, Montoya y otros objetivos más débiles y vulnerables que el central mientras que medios más imparciales lo señalan como el peor jugador (patético, para ser exactos). Un jugador excesivamente protegido que cada vez que el equipo falla, no duda en plantarse ante los micrófonos loando cantos de autocrítica y exigiendo soluciones (paradójicamente, la decisión más importante es buscar un jugador fiable en su puesto, y no se ha hecho) con tal de empatizar con el barcelonista de a pie cuando él es el que no predica con el ejemplo. Amén de prodigarse en entrevistas cuando sabe que su rendimiento baja considerablemente, una doble moral que empieza a cansar al aficionado pero no importuna a la corrupta directiva. Suerte que la próxima semana no estarán ni el pelotudo ni el entrevistas jotdaun para que el Barcelona se centre e intente hacer lo que mejor sabe, jugar al fútbol. 

XI: Valdés; Montoya (Alexis 73’), Piqué, Bartra, Adriano; Busquets, Song, Iniesta (Fabregas 60); Pedro, Messi, Neymar.
Goles: Messi. 

miércoles, 19 de febrero de 2014

Tomando Inglaterra


Manchester City 0-2 Barcelona (Copa de Europa, ida de Octavos de Final)

El oficio del Barcelona pudo con los petrodólares del City. El cerril planteamiento de Pellegrini, que decepcionó a los pocos acólitos que le bancaban, no aguantó el saber hacer de un buen Barsa que, si bien no encuentra su mejor versión, es el único equipo top europeo (Madrid, City, Bayern, Atleti y Juve) que no ha fallado en ninguna gran cita de la temporada. Y eso es mucho decir.

En la primera, el Barsa tocó bién, rápido y preciso; rompió líneas en la media pero se quedó sin chispa arriba. A los de Martino se les apagaban las luces en la frontal como viene siendo lógico cuando actúa el chileno maravilla. El City, paciente, planteó un encuentro al contragolpe donde en un par de jugadas por alto pudo hacer mucho daño; pero siempre topó con Valdés y una buena actuación de unos defensas que, pese a no estar en su mejor momento, no han fallado en ningún partido importante. En la segunda Lionel rompió a correr y, en una barrida de Demichelis reventó el partido con la expulsión del central citizen. Los mancunians, lejos de amedrentarse, atrincheraron al Barcelona durante unos minutos hasta la salida de Neymar. El brasileño jugó con sus compañeros y se movió entre líneas, en las antípodas del chileno incapaz. En una combinación con Alves sentenciaron la eliminatoria y Messi se fue a casa abrazado con Touré.

Las declaraciones del africano alabando al rival chocaron con las de un Pellegrini enfurruñado y quejoso al que de su estancia en Inglaterra está tomando de Mourinho todas las ponzoñas y triquiñuelas en vez de contagiarse de su mentalidad ganadora (esperpéntica la imagen de los cortadores de césped tras el partido después de vender la imagen del buen juego y el nuevo Barcelona). Pellegrini ha mutado en un adicto al fracaso y, como bien dice Mourinho, en un auténtico perdedor junto a Wenger. Invertir la lluvia de millones y confianza en su proyecto en el fichaje de un Demichelis que ya le costó en Málaga el pase a una semifinal que tenía más que amarrada es la última boutade de un entrenador abocado al derrotismo y las lamentaciones. Una costumbre muy madridista que, desde los mitines revolucionarios de Eliansito, “el niño balsero”, es lo más tremendo que se ha visto en mucho tiempo.

XI: Valdés; Alves, Piqué, Mascherano, Alba; Busquets, Xavi, Iniesta, Fabregas (Roberto 86’); Alexis (Neymar 73’), Messi, Iniesta.
Goles: Messi (penal), Alves. 

domingo, 2 de febrero de 2014

Qatarlonia era esto


Barcelona 2-3 Valencia (Liga, 21)

Sorpresa para algunos en el Estadi. En lo que parecía una plácida tarde de sábado, un paupérrimo Valencia inmerso en una salvaje crisis institucional y deportiva le pintó la cara al poco lustroso líder en su propio campo. El juego del Barsa fue un homotético reflejo de todo lo que es o rodea al club. Un quiero y no puedo donde, como es lógico cuando las cosas se hacen mal, se descubren todas las costuras. Unos descosidos que algunos llevan un tiempo sufriendo pero que los resultadistas, ahora sin argumentos, han intentado tapar mirando para otro lado. 

Deportivamente: una inexistente defensa, unos laterales de limitado IQ y nula capacidad defensiva, un pivote fuera de forma desde navidades y un interior fundido. Desde ahí se parapeta el equipo. Luego se arma el ataque en torno al pésimo hacer de un entrenador que no atina en la forma de encajar a Cesc (el jugador con más criterio y rapidez de ejecución) con un Messi gris en el día de ayer, y unos extremos en una línea decadente. Ese es el “Barsa aspirante a todo”. Las terribles sensaciones que deja una defensa que pide a gritos una renovación que nunca llega no son peores que los secretos ocultos de un centro del campo inexistente. Con un mundo entre líneas y un ataque sin chispa. El culmen de la catástrofe: un gol de cabeza de un jugador de 1'63 metros de altura y el tanto sin oposición de un tal Paco Alcácer, delantero desconocido de cuyo nombre imaginamos a algún secundario de una película de berlanga o alguien que conduce un tractor. A todo esto, con el fichaje más caro de la historia en la grada (junto al padre que debe ser el cuarto o quinto más caro de la historia del club) por el desatino de su entrenador.

Institucionalmente, el desastre es mayúsculo: la falta de exigencia que se respira en el club desde la marcha de Guardiola y el mal hacer de una directiva van progresivamente enterrando el proyecto de Laporta-Cruyff. La mala renovación de la plantilla (prometida a gritos tras la debacle de Munich) focalizada en el fichaje de Neymar (cuando existían posibilidades tangibles, eficaces, más urgentes y económicas que el desembolso por el brasileño) impide la progresión deportiva del equipo. La última, la venta del club a los cataríes y la necesidad imperiosa de gastar 600 millones de euros en el nuevo campo nuevo. Calculando una inflación de media del 30% del presupuesto en este tipo de proyectos faraónicos, a los actuales directivos les gotea el colmillo con la lluvia de comisiones que pueden volar sobre sus cabezas. Más allá de la necesidad o no de ampliar un campo nunca lleno.

Tiempo de inexistente reflexión. Con un poco de perspectiva, la derrota de ayer no es ni de lejos lo peor que le pasa al club. Mientras jugadores saciados de títulos y con las piernas cargadas de partidos no claudican, la dirección técnica no da respuestas ni tiene capacidad para sentar a los acomodados y dar verdaderas oportunidades a los que mejor en forma están y la corrupta directiva está empeñada en acabar con el modelo, beneficiar a rivales directos por cuestiones personales y apartar a los símbolos del club (Cruyff, Abidal y Guardiola). El propio Pep trazó la linea a seguir: ir partido a partido y rodear a Messi de los compañeros idóneos. Ninguna se ha seguido. Por lo tanto, o se convocan elecciones, toma el poder el soci y acaba presidiendo el club una junta cruyffista o esto, que han tenido tiempo para demostrarlo y no lo han hecho, no tiene solución. Y la culpa es de quién es.


PD Mención de honor para otras dos noticias del día de ayer. Por un lado, la consecución de la Copa de África de Naciones por la Libia de Clemente -el míster lo ha vuelto a hacer-. Por otro, el triste fallecimiento de Luis Aragonés. Ambos abanderados de los valores que no tiene este Barcelona. 

XI: Valdés; Alves, Piqué, Mascherano, Alba; Busquets, Xavi (Iniesta), Cesc (Tello); Alexis, Messi, Pedro.
Goles: Alexis (7), Parejo (44), Piatti (48), Messi (p. 54), Alcácer (59).
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