jueves, 30 de mayo de 2013

VALORES FUERA

“Mi idea era seguir aquí pero el club piensa diferente”. Eric Abidal. Despedido hoy del Fútbol Club Barcelona.


Si a los clubes españoles se les empieza a medir por su trabajo entre bastidores. Los integrantes del duopolio español se encuentran totalmente perdidos y a la deriva. Esta mañana han finiquitado el bochornoso culebrón Abidal, baluarte de los valores del club en los despachos desde la primera noticia de su cáncer de hígado. Abidal ha sido despedido porque la junta no cree que pueda dar el nivel deportivo exigido al club, mientras que a Puyol o Xavi, que llevan dos años arrastrandose literalmente en el campo, se les ha premiado con una renovación vitalicia. Con esto, el presidente y su séquito han puesto la guinda a la esperpéntica y curiosa gestión que están llevando del club desde que ganaron las elecciones. En dos temporadas al mando del que han desbancado como primer club del mundo, Sandro Rossel y su séquito de sátrapas han finiquitado todos los activos positivos legados por Laporta desde que entraron como un elefante en una cacharrería en las antiguas oficinas del ex presidente.

Ilustración del tuitero @r4six

Recién aterrizado en el club, la primera decisión que tomó Sandro fue deshacer la última que tomó Laporta: retirarle a Cruyff la insignia de “Presidente de Honor”. Lo hizo como Rossel resuelve todas las situaciones que acomete, echando balones fuera sin tomar él mismo la decisión. Al poco, Sandro reventó tres años de impecables modales de Guardiola afirmando lo que todos conocemos la víspera de la final de Copa del Rey. El circo no había hecho más que empezar.  En los años sucesivos, Sandro se ha ocupado de reventar todo lo que Cruyffismo, Laportismo y Guardiolismo habían creado yendo siempre de la mano. En tres años como presidente, Sandro ha relegado la publicidad de UNICEF al culo de los jugadores, a echado a Guardiola y ha readmitido a los Boixos Noisde los que dijo que no habló con ellos en campaña electoral por lo que mintió vilmente). Unos Boixos a los que Laporta expulsó del club jugándose su propia integridad física. Un proceso de inversión que no ha tenido freno. Por no mencionar la manipulación periodística que alaba todo lo que él hace mientras se critica sin parar al mayor responsable de la época más gloriosa del club. Asunto que requeriría un exhaustivo y más amplio análisis.

En el ámbito deportivo, la junta no ha estado mucho más acertada. La Champions conquistada en su primer año de mandato todos saben que es fruto de una inercia positiva que Laporta y Guardiola dejaron en el club y así lo siente el presidente. El Director Deportivo, Andoni Zubizarreta, nada en una negligente gestión y es incapaz de armar un equipo al que las carencias y las costuras las ve hasta un tonto. La solución al despropósito de temporada, dónde una pírrica victoria en una Liga desvalorizada no enturbia el ridículo ofrecido en todos (excepto la remontada al Milan) los partidos de la Copa de Europa, ha sido la de traer a Neymar. Cómo si el mayor problema fuese la falta de acierto que les condenó hace un año frente al Chelsea y no la vergonzosa zaga que concedió 7 goles en dos partidos ante el paradójico futuro equipo de Pep.

Una gestión esperpéntica que hace semanas hizo poner el grito en el cielo al Barcelonismo con la gestión de Thiago Alcántara. La mayor joya de la cantera y uno de los cuatro mejores jugadores de una generación (junto a Neymar, Isco y Gotze) cuya ficha ha bajado de 90 a 18 millones por la inoperancia de un entrenador que no ha sabido apostar por él esta temporada y no le ha alineado el suficiente número de partidos. Amén de demostrar su sobrada incapacidad para liderar un proyecto deportivo del calibre del Barcelona desde la primera línea de la dirección técnica.

Pero no todo son lamentos en Can Barça, la infame gestión de casos como el de Thiago (máxima promesa) o Abidal (paradigma de los valores que SÍ representan al Barsa como el sacrificio y la superación) se compensan con los de inválidos como Piqué y Fabregas que se les permite todo. Desde sus conocidas pernoctadas en el Casino de Barcelona de uno y del constante bajo rendimiento y choteo del segundo. Sin hablar de la paradójica renovación de Adriano, avalada por las mismas causas que el despido de Abidal.

Reventada la herencia laportista - cruyffista, Guardiola mediante, y con la figura que levanto el último gran título dos años ya fuera del club, no sabemos con que nueva maniobra nos sorprenderá el presidente. Un presidente que, ganador con la mayor ventaja en la historia de las elecciones del Barsa, demuestra que en estos tiempos que corren, no triunfan los más preparados, sino los que mejor se relacionan. 

PD Si este jugador creen que no está para jugar es que no han entendido nada
http://www.youtube.com/watch?v=hcestizGByI&sns=tw

De propina

sábado, 4 de mayo de 2013

La conjura de los necios

"Cuando un verdadero genio aparece en el mundo, lo reconoceréis por este signo: todos los necios se conjuran contra él". Jonathan Swift.




El término de esta tercera temporada de Mourinho al mando del club blanco marcará el periodo más largo de este entrenador al frente de un mismo club en su trayectoria profesional. La última rueda de prensa del portugués que tuvo lugar ayer a mediodía transpiró aires de despedida y ajustes de cuentas que resultaron más terapéuticas que necesarias.

Mourinho dejó entrever que abandonará el club a final de temporada. La tercera eliminación consecutiva en Europa deja al club a expensas de levantar la Copa como único título de la temporada. Un mérito insignificante comparado con las expectativas que levantó su llegada. Pero la marcha del general manager no se antoja por esos derroteros. Tras parapetarse en numerosas ocasiones tras un segundo al que atrincheró en las ruedas de prensa, sólo salió para soltar sublimes zarpazos que han desnudado las impúdicas vergüenzas del periodismo deportivo.

Foco de una guerra interna del madridismo que responde a una homotética confrontación vivida desde dentro del vestuario dónde él mismo era protagonista. Mourinho se ha enfrentado a lo que más peligroso resulta para un entrenador: las vacas sagradas y los periodistas de bufanda. Tras el éxito de su particular gestión de la suplencia de Casillas, instaurando un sistema de titularidad meritocrática. La prensa, viendo peligrar su ración de pan diario, atacó el entrenador como nunca se ha visto en un entorno deportivo. Las críticas recibidas tras el grosero gesto del dedo en el ojo –mourniho nunca se cuidó de guardar las formas- resultan una minucia comparadas con la avalancha de ataques recibidos durante su guerra con el capitán. De nada sirvió que su sustituto respondiese siendo el mejor jugador del club en Europa.

La casta periodística deportiva festeja las intenciones de abandono del entrenador. Tras una década de desastres y ninguneos en el viejo continente, las tres semifinales perdidas por Mourinho no avalan su continuidad. Con unos periodistas descuadrados que tienen el oficio totalmente desprestigiado. Las comidas con los jugadores, el tráfico de información y las parcelas en las que tenían potestad para la toma importante de decisiones recuperan su –nocivo y apestoso- tono natural.

Del aguante de Mourinho depende que la prensa pueda cobrarse la próxima victima que le permita continuar con sus quehaceres. Cierto es que el técnico nunca supo maniobrar ante la opinión pública como su antiguo homólogo del Barcelona y sus maneras nunca fueron plato de buen gusto para la inmensa mayoría. Pero circunscribiéndonos a lo estrictamente deportivo, el público, contaminado y condicionado hasta límites extremos, perderá al mejor técnico que han tenido en más de diez años. Una situación que, un año después de la marcha de un Guardiola saturado por el entorno y sus propios jugadores, refleja las similitudes en las que viven inmersos dos equipos de entornos igualmente contaminantes.

Sólo el tiempo dirá si el poso legado por Mourinho puede equipararse al dejado en Portugal, Inglaterra e Italia (países diametralmente opuestos). En todos estos sitios, el fondo pesó más que la forma y la figura de Mourinho es bién recordada. Aquí no. Y como de un Ignatius Reilly se tratase, sus formas groseras y su peculiar comportamiento han levantado multitudes ampollas. Es evidente que ahora, en el país con el entorno más mediocre y envidioso, su figura salga peor parada. Y es que a algunos les quedará la sensación de que aquí, no supimos entenderlo.

"Madre, yo sólo me relaciono con mis iguales. Y como no tengo iguales, no me relaciono con nadie". Ignatius Reilly. 

Bién hizo en no ir a las ruedas de prensa. 
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