sábado, 21 de septiembre de 2013

Otoño

Messi, por Ignacio Barahona.

Barcelona 4-0 Ajax (Copa de Europa, 1)
El Barcelona, mal que le pese a Piqué, no es esclavo del tiki-taca sino de su propia forma física. Estado del que el antaño central es paradigma de la decadencia. La puesta en escena del equipo en el escenario continental sorprendió tanto a propios como a extraños por la declaración de intenciones proveniente del banquillo. El Barsa, impotente al percatarse de su propia decadencia, regaló el balón y se replegó en campo propio por primera vez en años ante el Ajax de Amsterdam. Crueles paradojas las que obligan al cambio de estilo ante el equipo del cual se copió el modelo. El hasta ahora único recurso del equipo es inclinar el campo hacia un Neymar que, si bien está cumpliendo, desbordando y participando; se le empezará a exigir que se aleje de la cal y que muestre, también, rutilantes estadísticas. El Tata Martino declaró que buscan llegar al punto exacto dónde lo dejó Guardiola. Entendemos que la sombra de Pep es alargada y la innegable influencia está marcada a fuego en la personalidad un equipo que quiere seguir ganando. Pero nadie conoce todavía los caminos que depararán esta vuelta al pasado si, claro está, la evolución no siempre es hacia delante o incluso a los lados. El equipo es, hoy día, un barco que zozobra navegando frágilmente gracias a un Messi cuya continua evolución es tan lineal como increíble. Y eso es un seguro del que ningún otro club puede presumir.
PD. Valdés, mejor portero del mundo. La gente se pregunta cómo convencerle para quedarse. La respuesta es evidente: moción de censura.

XI: Valdés; Alves-Piqué (Bartra)-Masche-Adriano; Busi-Cesc-Iniesta (Xavi); Alexis-Messi-Neymar (Pedro).
Goles: Messi (22), Messi (55), Pique (69), Messi (75).

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