Barcelona 2-1 Manchester City (Copa de
Europa, vuelta de octavos de final).
Sólo a un
inconsciente o a un hijo de puta puede ocurrírsele dar al aficionado gato por
liebre e intentar cambiar a Messi por Neymar. El argentino resolvió la
eliminatoria ante un conjunto que si bien es de lo mejorcito del continente,
también aparenta más de lo que es. El desmadre táctico de dos conjuntos con precarias defensas nos brindó un partido atípico para una noche europea
en el que los citizens, como el resto de equipos, se sometieron a
la iniciativa de un Barcelona en declive físico y técnico. Dispares lecturas
que, pese al pase sin complicaciones evidencia cada vez más las aristas de un equipo
que necesita más que un lifting. El Barcelona presenta hoy día una plantilla
repleta de vacas sagradas como Xavi, Cesc o Piqué que no dan más de sí y un
cuerpo técnico incapaz con métodos de trabajo paleolíticos alejados de la
hiperprofesionalizada élite deportiva. Comparar al argentino con cualquier
jugador de la historia viene siendo injusto pero ha sido la misma junta la que
se ha empeñado en filtrar un posible cambio de cromos en el liderazgo del
vestuario. Que Neymar tiene 21 años no disculpa partidos infumables como el de
ayer a los que como seguidores del argentino ya vimos cómo en un Messi de 18 años teníamos entre manos algo distinto y sobrenatural. Sólo el tiempo ordenará este
rompecabezas. A corto plazo, el Barcelona sólo puede ser favorito en un
hipotético choque ante Olympiakos y un Dortmund repleto de bajas; si bién
cuenta con la idiosincrasia que le ha permitido ser referencia mundial y todos los equipos
(salvo el Bayern) van a someterse a su juego. A largo
plazo, el aficionado es el que tiene el poder de llevarse por delante a una
junta que, viendo sus movimientos, no está claro todavía si son unos
incompetentes o unos hijos de mala madre.
“Ahora le toca al fútbol respetarle a
él. Un jugador como Messi es el tesoro más valioso que puede encontrarse (…).
El fútbol se encuentra ante una obligación imperativa: proteger a Messi,
proteger a un genio.” Santiago
Segurola, 23 de febrero de 2006.
Mucho se la
está jugando está junta, que es lo más alejado que cualquier directiva pueda
estar del fútbol.
XI:
Valdés; Alves, Piqué, Mascherano, Alba; Busquets, Xavi, Cesc, Iniesta; Neymar,
Messi.
Goles:
Messi, Alves.
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