domingo, 4 de diciembre de 2016

Contracultural

Barcelona 1-1 La Camorra. Liga, jornada 14.



Unos días tras el duelo en el que Carlsen y Kariakin se medían por un puesto en el Olimpo del ajedrez y exactamente una semana después del fallecimiento del Comandante Fidel (gran estratega y ajedrecista, por cierto), vimos paradójicamente cómo dos de los entrenadores menor dotados tácticamente de nuestra liga se batían en uno de los peores duelos de los últimos años. No es que Lucho sea tan mal táctico, de hecho, personalmente no lo considero un mal técnico; pero perecer en los dos embites ante el peor entrenador del gremio empieza a tener su miga. Un entrenador francés cuyas mayores declaraciones tácticas han sido: "nos falto meteg la pierna un poquito más, sabes" o "tenemos que ir todos a la una, sabes". 

El partido, un auténtico tedio durante los primeros cuarenta y cinco minutos, se saldó con una medio ocasión visitante y una estéril posesión local. Tras la pausa, el perro acertó un centro acomodado por Fracasinho y la función se convirtió en monólogo culé. El partido pudo haberse cerrado con un par de ocasiones que fallaron por la mínima el propio Da Silva y D10S. Pero mientras que al argentino se le aparecieron los fantasmas de la final de Maracaná (el peor momento en la vida del que suscribe), el brasileño, que no tiene ya perdón de dios, se empeño en seguir jodiéndonos por los restos. Tras esto, entró en escena otro flamante fichaje del rosellismo más rancio (de una gestora al servicio de Nobita, para más verguenza), el salafista de Ardando Turán, al que no se le ocurrió otra que darle un viaje a un rival que corría hacia su propia portería. Ya era noche cerrada en el Estadi.

El siniestro de ayer sirve para extraer diversas lecturas de la actualidad blaugrana. Primero, Fracasinho, cuya involución y sus casi 29 años-jugador-brasileño lo sitúan ya lejos de su mejor momento como culé y es momento de buscarle una digna y suculenta salida rumbo al Elíseo. Después, Trucho, incapaz y acomplejado en sus decisiones, cuyos hechos nos confirman que fue un excelente entrenador de transición pero que su rol como piedra angular de cualquier modelo que haya a día de hoy es inexistente. Que traicionó su propia fórmula que le llevó a ganar seis títulos de ocho: no tocar nada de un once que funcionaba. Ayer quitó a Rakítico cuanta más falta hacía y sacó a Gòmes cuando era imprescindible un hombre alto para achicar balones. Por otra parte, los ilustrísimos indeseables de Roberto Fernández y esta junta de delincuentes, incapaces de acompañar a Messi de jugadores que le complementen y rodearle convenientemente. Señalados en cualquier fichaje que hayan realizado estos últimos años excepto Luisito y ya veremos si Umtiti. Por trabajar desde la mediocridad y envilecidos por el odio y la tirria que le tienen a la Santísima Trinidad -Cruyff, Laporta y Guardiola-. Que huyeron como las ratas que son del modelo que nos hizo los mejores de la historia y han dejado un equipo sin una idea y una cantera totalmente desmantelada. Porque ver a André Gòmes conduciendo el balón como pollo sin cabeza siendo incapaz de tirar dos pases es algo contracultural en un club que vivió triangulando con los xaviniestas. Pero también es menester hoy día recordar al sesenta por ciento de la masa social con representatividad, subnormales que dieron democráticamente su confianza a esta junta de sátrapas y que son responsables directos de este esperpento que está desperdiciando los mejores años en la carrera profesional de Messi.

Caben hacerse también ciertas preguntas pertinentes. ¿Por qué si desde la directiva sólo escuchamos loas a Casper no se han fichado jugadores de su corte estos años? ¿Por qué, si Trucho va a tirar una liga, nos hace sufrir viendo jugar a Ardando Turán y Gomes en vez de Aleñá y otros capaces canteranos?. ¿Qué pasó con Grimaldo, vendido al Benfica por un millón de machacantes y pretendido por 30 por el City, y en qué lo mejora Digne?. ¿Por qué hay sobre exceso de interiores incapaces de interpretar el modelo y no hay un sólo lateral derecho en la plantilla? ¿Por qué Fracasinho se resbala como un imbécil el 32,5% de los partidos? Muchas respuestas a estos interrogantes se encuentran en la indigencia mental y/o la escasa catadura moral de los propios sujetos, pero otras son toda una incógnita.

A día de hoy, se antoja imprescindible recuperar terreno en una liga que se capitaliza como la competición más importante. El trofeo más justo, exigente, meritorio y difícil. Cierto es que no tiene el encanto ni el aura que otorgan su homónimo continental, pero es la competición más alejada de favoritivos, suertes y carambolas. Para ello, no queda otra que rezar para que las lesiones nos respeten, naturalizar el once titular y que todo se ordene alrededor de los que mamaron bien un modelo del que sólo quedan rémoras e individualidades que lo interpretan hoy día. Porque esperar otra cosa sería pecar de una inmerecida ilusión.

XI: Ter Stegen; Roberto, Piqué, Mascherano, Alba; Busquets, Rakitic, Gomes; Messi, Luisito, Fracasinho.
Goles: Luisito.

PD Los pistoleros de cristo rey, que manejan la liga a su antojo con sus horarios para cantoneses, y los comegambas de Sanchez Arminio y su comité arbitral, quedaron otra vez en evidencia con su silencio tras el deplorable gesto del despojo social de Carvajal semanas después del partido en Mestalla, algo que a pesar de su insistencia no deja de molestar. Pero también es siempre plato de buen gusto constatar el hecho de que la camorra siga celebrando como títulos, con fotos de dudoso gusto, el empatarnos en las postrimerías de la pachanga de ayer y ver que, pese a todo lo que venimos sufriendo por nuestras propias incapacidades, se siguen sintiendo unos auténticos segundones.

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