jueves, 22 de septiembre de 2011

De tablas va la cosa

TABLAS EN LAS ESFERAS

Empezó la tarde complicada a orillas del Cantábrico. Con la peineta de Ronaldo a su amigo Pepe (Pepe somos todos) se preveía marejada, pero tuvimos tormenta.

Poco decir de un partido donde el Moudrid volvió a evidenciar las carencias de los primeros meses mourinhistas: la incapacidad ofensiva para romper muros con horrorosos ataques estáticos. Sólo la entrada de Di María irradiaba un rayo de esperanza para un partido aburrido como ningún otro. El chispazo del argentino duro un suspiro, lo que tardó en ahogarse el mago Ozil, que este año no saca conejos de su chistera. Cristiano Ronaldo dio una clase de antifútbol, el peor del partido junto a Diop del Racing. A Granero, el héroe de Santander del curso pasado, la televisión no le robó ni un plano, por cortesía del señor José.

Tras otro lamentable partido, el presi, en su enémisa demostración de apoyo al elenco técnico/portugueis, se abrazó con todos en un intento de hacer piña en un vestuario descompuesto por las circunstancias.

Las circunstancias jugaban en otros mares, concretamente el mediterráneo. Guardiola rindió homenaje a los Cruyffistas con un arriesgadísimo 3-4-3 en el campo donde los colegiados son más caseros -que se lo pregunten a los malaguistas-. La impotencia de Alves y Mascherano en posiciones por la banda derecha donde no están acostumbrados a moverse, un Puyol en estado precario y un Abidal despistado como nunca derivaron en dos goles del Valencia que podrían haber supuesto un difícil escollo de no ser por el gol culé. El dúo Messi-Fabregas inventó otra combinación imposible para habilitar a Pedro que batío a Guaita tras desdoblarse por la izquierda.

Tras el descanso, superado el traspiés del 3-4-3 y recuperado el original 4-3-3, Messi se disfrazó de Michael Laudrup para que, con una parábola (porque en la Masía no sólo saben trigonometría sino también de curvas), su amigo Cesc siguiera sumando tantos. Con la igualdad, y un Valencia agotado físicamente por el esfuerzo de la primera parte (donde Emery le tomó la medida a Pep), Villa, el último de la clase (parece ser que esto de la gomina atonta), se empecinó en desmantelar el hat-trick del argentino en asistencias. Sólo ante el portero ché, la tiró al muñeco. El enano de Rosario la buscó, pero recibió un segundo penalty con un salto del tigre de Miguel (el primero fue una falta por detrás de Rami con el 1-1 en el marcador) y el partido acabó antes del descuento prometido. Cosas que suelen pasar bajo la luna de Valencia

Tras la quinta jornada, cuarta a efectos visuales, nos queda el consuelo de los equipos andaluces, donde Betis y Málaga aprovechan la inercia de sus buenas rachas para mantenerse en puestos de Champions. El Valencia, con un arbitraje un tanto favorecedor, sigue en lo alto de la tabla, habiendo aguantado el embiste de los blaugranas, que no es poco.


PD Jordi Alba. Un jugador con un toque, velocidad y desborde increíbles, compite con Jose Enrique, el dueño de la banda del Liverpool, por un puesto titular en la banda izquierda de la selección. Pero en otras latitudes, el Marqués Don Vicente del bosque se empeña en ignorarlos en favor de Arbeloa, ese lamentable y sucio lateral, que juega incluso cambiado de banda; sólo porque es convocado con el Real Madrid. Pero como bién sabe Silva, las quejas “off the pitch” y las reivindicaciones sobre el césped en esta federación caen en saco roto, y sólo reciben elogios y buenas maneras con títulos nobiliarios,  pero nunca minutos.

1 comentario:

  1. jose enrique, jordi alba, jose angel y monreal...cualquiera mejor que arbeloa..

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