domingo, 11 de marzo de 2012

Seremos iguales, pero no tanto como vosotros


Al final somos todos iguales, dijo Mourinho ayer. No te equivoques, macarra. Nada más lejos de la realidad que eso, querido Mou. Como dijo George Orwell: algunos animales son más iguales que otros.

En una temporada marcada por los colegiados. El poco tacto del exvicepresidente Godall y la malintencionada prensa de la central lechera, que está con los colmillos más afilados que nunca, hace creer que estamos ante un Barçagate. Pero no hay más que seguir un poquito esta nuestra amada Liga para darnos cuenta de que algo falla. Estas confabulaciones no son del todo firmes y no parece que sus teorías tengan mucho fundamento.


“No hablamos de los árbitros”, dijo Pep en su día. Mal hecho, Guardiola. Era de esperar que, con el viento a favor, no se dijese ni pío. También era lógico, como totalmente lícito, hacerlo mientras te putean, aun siendo extremadamente educado y respetuoso. Suponer que siempre vas a remar en aguas tranquilas, es pecar de inocencia. También de esperar que, como ha sido siempre, los colegiados ayudasen sin escrúpulos a un Madrid que ha perdido los títulos, la hegemonía, la imagen y la credibilidad.

En una temporada de bochornosas actuaciones arbitrales. Donde al Barcelona se le quita más que se le da (Valencia, Getafe, Sporting, etc.) y al Madrid se le da, da y no para de dar (Mallorca, Valencia, Vallecas, Sevilla, etc.); los madridistas recurren al “ah, ¿pero no decían que no hablaban de los arbitros?”. Enredados en la zancadilla que les puso el mismo Pep con su aseveración, el Barcelona no puede, ni realmente ha hecho, levantar la voz más que los madridistas. Porque no somos tan iguales como ellos dicen.

La opinión del vestuario culé no se ha salido todavía por la tangente. Admiten la superiorad y regularidad del equipo blanco en Liga aunque entienden también que los árbitros han influido en varías (más de lo normal) decisiones. Diametralmente opuesta es la postura de los madridistas. Esas listas con el sello del club con trece errores arbitrales. Esos cuartos árbitros que son los peores que han visto en su carrera. Esas confabulaciones mundiales, UNICEF mediante y un largo etcétera. No creo que sea lo mismo.

Que las buenas relaciones con la Federación ayudan –Godall dixit- no hay duda. Pero no creo que esa ayuda vayan más de ignorar sanciones por tirar cabezas de cerdo, dejar jugarse partidos a las 0:05 de la noche, evitar sanciones por negarse a jugar partidos de Copa del Rey y a poder jugar partidos en Pamplona tras llegar tarde más del tiempo permitido de cortesía. Otra cosa muy diferente, es la de tener un Comité arbitral plagado de madridistas y fichar ex-árbitros. O es qué la junta de Laporta no se puede llevar bien con la Federación mientras Mejía Davila (en nómina madridista y colegiado durante 14 años) hace de excelente anfitrión adulando a los colegiados y realizando excursiones por el Bernabéu a la vez que el madridismo celebra los acercamientos de Florentino y Platini. No entiendo nada.


Los que escupen mierda cada vez que hablan de Villaratos y Barçagates son los mismos que han visto al Barcelona levantar 13 títulos de 16 posibles, pueden presumir de estar disfrutando del mejor jugador de la historia del Fútbol y se han comido un 2-6, un 5-0 que será recordado como la mayor humillación jamás vivida y sólo han ganado 1 partido de 10 desde que Mourinho, el hombre de la verdad –y la poca vergüenza- por delante caiga del cielo como el ángel salvador que todavía no ha salvado un pimiento. También han disfrutado como niños cuando, gracias a Xavi, Iniesta y Villa, España ha levantado su único mundial, usufructuando el estilo que la Masía lleva cuarenta años trabajando. No cuela.

Bien haría el Fútbol Club en no volver a abrir la boca. Visto lo de ayer, la dinámica no va a cambiar en esta Liga donde las apariencias y las diferencias engañan. Y viendo los cuadros de la Copa de Europa, no tienen que esperar mucho para que, tras una década de ridículos europeos, se les planten los macarras en la final de Munich. Allí veremos lo iguales que somos todos.

PD 1. Equiparar las formas no ya de los jugadores, sino de Mourinho y Guardiola, es de tener muy poca verguenza. Los valores, la actitud y la educación no sólo están a más de quinientos kilómetros de distancia, están a una distancia sideral. Pero si de algo peca el Fútbol Club, si en algo se equivoca rotundamente, es la política basurocatalanista. tiempo hace desde que los clubes dejaron de ser de las ciudades, con la Ley bosman, los fichajes galácticos y el marketing mundial. Si no, que vendan a Messi, Iniesta, Villa, Thiago Alcántara y demás, que copien el modelo del Athletic de Bilbao y paseen las copas sólo por Cataluña.

PD Lista del Colegiado Nacional de Árbitros.

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