Tiempo
lleva jugando el Madrid a nada. Satisfecho del estéril partidazo en el Camp
Nou, del que no sacó una clasificación pero sí buenas sensaciones y el miedo en
el cuerpo de los aficionados culés; lleva un mes y medio horrible. Los árbitros
y la diosa fortuna habían conseguido enderezar a un equipo que se ha visto en
más de una con el agua al cuello. Ayer no fue posible. No hubo ayudas (salvo un
par de penaltis no pitados) ni árbitros de gelatina, pero sí mal juego.
El poco ejemplar comportamiento del banquillo madridista no entiende de rachas, pero sí el juego
de su equipos. Preocupante se le presenta al Madrid el final de temporada.
Todo lo contrario que a un Barcelona disparado. Que los directores de
periódicos videntes y expertos en Villaratos crean que el traje de
perseguidor le sienta mal no quiere decir que sea así. Necesita el Madrid al
mejor y más constante Ozil (el único que puso algo de fútbol ayer) y al más regular Benzema. Pero necesita a Di
María como el beber si de verdad quiere hacer algo importante en Champions y no
dejarse la Liga
por el camino. Hablando de juego, el pavor que tiene el entrenador a la creatividad en el centro del campo es equiparable a la falta de ritmo de Altintop, siempre tarde, incluso en la falta del gol amarillo. con Sahin en fuera de juego y Granero enquistado en los minutos de la basura, el trivote que nunca trajo buenos resultados, ha vuelto para quedarse.
El madrismo
podrá ver fantasmas donde quiera, callar a quién ellos no consideren con
derecho a opinión (Ozil), llamar "filho de puta" al árbitro por hacer su trabajo y seguir enjuiciando las ruedas de prensa de
Guardiola. Ayer, el que todo lo dice por delante (otra vez expulsado) pasó de
felicitar a la afición del Betis, el juego del equipo rival, al cuarto árbitro por no
ver un penalti y el buen saber de Pepe Mel a decretar el estado de sitio y la
ley del silencio. Mal momento para retomar malos hábitos. Suerte que las encuestas en los mismos diarios que financia ese inoperante presidente no ven atraco hacia el Madrid, como parece que nos quieren hacer ver desde el vestuario. Tan acostumbrados a tener patente de corso que cuando se les pone coto a las salvajadas y las salidas de tono no dan crédito.
Por otro
lado, parece que Pep está encontrando la liga que se le había perdido. Con las
indicaciones del mejor Messi de récords, o eso creemos cada semana, el Iniesta
tranquilo y temporizador de siempre y los dos extremos como descubrimientos
juveniles de esta temporada. Veremos si cambia de estrategia y discurso o sigue por los mismos derroteros. De momento, mal no le está yendo.
PD Enorme
Messi. No entiende de crisis del petróleo la gasolina que prende la mecha del
ego y la rabia de Pelé y Maradona. Tiempo hace que dejo de jugar partidos para
él mismo y menos aún para el tiempo presente. El enano juega partidos eternos,
razones que cargan de peso los argumentos que lo alejan cada vez más de los
grandes de este deporte. Anteayer superó el record de César como máximo
goleador de la historia del Barsa. Lástima que en el club no corran buenos
tiempos para sentarse en según qué despachos y el homenaje no estuviese a la
altura de tan centenario club y tan eterno jugador.
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