miércoles, 6 de abril de 2011

Alfombra roja en el Bernabéu

Pep Guardiola, director psicológico del Barcelona y el barcelonismo, llamó ayer al pesimismo alertando del peligro de la eliminatoria. “No tengo buenas sensaciones”, dijo. Llamada de atención al estilo Cruyff que puede llegar a tiempo.

El técnico recalcó que al Barcelona le cuesta mucho más ganar los partidos, remarcó el peligro de la eliminatoria y ensalzó las virtudes del rival y de su técnico, “Furbescu” (de fútbol, nada peyorativo) a la vez que defendió a Chygrynskiy (su apuesta personal del que ya hablamos aquí) de las bromas continuadas a las que se ve sometido por su nombre y la situación de la pasada temporada.

Si bien algún retrasado mental, quiso hacerse el graciosillo delante de las cámaras de televisión regalándole al central un balón de oro de chocolate “como el de Messi”, dijo el asno, no estaría de más que Dmitro se saliese esta noche y demostrase a los ingratos seguidores catalanes lo que es un central, de esos que estas semanas no rula por camp Barca. Uno estaría frito de que, en estos tiempos en los que la guillotina y los fusilamientos no casa bién con esas escenas de familias que van a los campos de fútbol con pancartas para que los presentadores de televisión les saquen (que original) al mediodía -“Manolos de cuatro os cambio a mi novia por un bocadillo”, que cachondo eres tío-, le diese el Shakhtar un buen susto esta noche a semejante imbécil. Personajes al que ,si uno lo encontrase en un apuro, digamos por ejemplo una situación que requiriese de atención mécida y ambulancia rápida, le iba a ofrecer su ayuda Bruce Arper, o en su defecto su puta madre, con ayuda de Rita la cantaora. "No puedo llamar a urgencias tio, a este móvil no le dura tanto la batería como al de Messi”, le diría. Y ancha es Castilla.

A kilómetros del hotel con el balón de chocolate, la eliminatoria del Madrid y el Tottenham se solucionó en quince minutos. Los que tardaron las pocas luces del “espárrago” y el poco criterio del árbitro en cargarse una eliminatoria que parecía prometer. Si bien desde la meseta pusieron el grito en el cielo con la expulsión de Van Persia (minuto 65 del partido de vuelta de la eliminatoria por perder tiempo tras provocar al árbitro por perdonarle antes la expulsión), hoy nadie conoce el nombre del árbitro que, aprovechándose de la falta de luces del idiota de Crouch y el tackle sobre Marcelo con una muy rigurosa decisión del colegiado decantó la eliminatoria en el minuto 15 del partido de ida.



Una pena, en una competición donde el Madrid no se ha visto exigido por ninguno de los rivales con la escasa calidad a la que se ha enfrentado, al club le pusieron la alfombra roja camino a la semifinal para que los aficionados no pudiésemos disfrutar con un ya mérmado Tottenham. Al que la baja de Lennon en el calentamiento supuso un quebradero de cabeza que su entrenador solucionó mal desde el principio hasta poco antes de la expulsión. Los sarcásticos cánticos de la grada “Así, así, así gana el Madrid” denotaron la ya típica excitación momentánea que se vive en Chamartín cada vez que ganan, esta vez no se cortaron un pelo aunque se tratase de un partido de alfombra roja. En Valdebebas se ven campeones, casi sin ser exigidos por nadie.

El Barcelona se la juega esta noche, las palabras del técnico, el rival, la remontada frente al Arsenal y las ganas de quitar de en medio a un efusivo Madrid que ha llegado a semis tras un camino de rosas deberían arengar lo suficientemente al Barcelona. Esta noche sí debería ser una gran noche de Champions. Esperemos que el árbitro no se la cargue a los diez minutos.

1 comentario:

  1. Trastero

    Si moderases algo tu lenguaje serías el mejor bloguero de la historia del Fútbol

    Un madridista

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